China Presenta Queja ante la OMC contra EE. UU. por Aranceles en Medio de Disputa Comercial
China ha denunciado a Estados Unidos por realizar “acusaciones infundadas y falsas” respecto a su participación en el comercio de fentanilo, usando esto como pretexto para imponer aranceles a productos chinos. La queja fue presentada formalmente ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) apenas un día después de que el ex presidente estadounidense Donald Trump anunciara un incremento del 10% en los aranceles sobre importaciones chinas. Según Trump, estas medidas buscan frenar el ingreso de drogas ilegales al país, pero China sostiene que los aranceles son “discriminatorios y proteccionistas” y contravienen las normativas comerciales internacionales.
A pesar del desafío formal de China, los expertos en comercio advierten que es poco probable que Pekín obtenga un fallo favorable debido a la incapacidad actual de la OMC para aplicar resoluciones de disputas. Un ex funcionario de la OMC señaló que el caso de China “no tiene posibilidad de éxito” dada la disfunción actual del órgano de apelación de la organización.
Despite China’s formal challenge, trade experts warn that Beijing is unlikely to secure a favorable ruling due to the WTO’s current inability to enforce dispute settlements. A former WTO official noted that China’s case has “no possibility of succeeding” given the current dysfunction of the organization’s appellate body.
The Trade War and Its Global Impact
Las políticas comerciales de Trump ya han impactado a varios países, dado que también ha amenazado con extender los aranceles a Canadá, México y Europa. La incertidumbre relacionada con estas políticas ha llevado a las empresas a posponer inversiones o transferir los costos adicionales a los consumidores.
Los efectos de los aranceles ya se están percibiendo tanto en EE. UU. como en el extranjero. Por ejemplo, el fabricante canadiense de medias Sheertex anunció recientemente que despediría temporalmente al 40% de sus 350 empleados, citando preocupaciones relacionadas con los aranceles. Otras empresas también están esforzándose por adaptarse al nuevo panorama económico, lo que genera temores de una inestabilidad económica más generalizada.
The effects of the tariffs are already being felt in the U.S. and abroad. For example, Canadian hosiery manufacturer Sheertex recently announced it would temporarily lay off 40% of its 350 employees, citing tariff concerns. Other businesses are also struggling to adjust to the new economic landscape, prompting fears of broader economic instability.
La rápida decisión de China de presentar una queja ante la OMC resalta su disposición para un conflicto comercial prolongado con EE.UU. Según Bloomberg, los reguladores antimonopolio chinos también están preparando una investigación sobre las políticas de Apple y las tarifas de su App Store, lo que ya ha afectado el valor de las acciones de Apple. Además, Pekín ha respondido a los aumentos de aranceles de Trump imponiendo sus propios aranceles a productos estadounidenses y lanzando una investigación antimonopolio sobre Google.
China’s swift decision to file a complaint with the WTO underscores its preparedness for a prolonged trade conflict with the U.S. According to Bloomberg, China’s anti-monopoly regulators are also preparing an investigation into Apple’s policies and App Store fees, which has already impacted Apple’s stock value. Additionally, Beijing has responded to Trump’s tariff increases by imposing its own tariffs on U.S. goods and launching an anti-monopoly probe into Google.
Although WTO procedures allow for 60 days of consultations between the U.S. and China to resolve their dispute, experts believe the complaint will ultimately be ineffective. The WTO’s appellate body, which is responsible for resolving trade disputes, remains nonfunctional due to the U.S.’s refusal to approve the appointment of new judges. This means that even if China receives an initial ruling in its favor, there is no mechanism to enforce a final decision.
A pesar de los aranceles, las importaciones en EE. UU. alcanzaron máximos históricos en diciembre, mientras las empresas se apresuraban para asegurar productos fabricados en el extranjero antes de que se aplicaran restricciones adicionales. El Departamento de Comercio informó que el valor total de los bienes importados aumentó un 4% desde noviembre, alcanzando $293.1 mil millones, el nivel más alto registrado desde 1992. Este aumento contribuyó al mayor déficit comercial en EE. UU. en casi dos años.
Despite the tariffs, imports into the U.S. reached record highs in December, as businesses rushed to secure foreign-made goods before additional restrictions could take effect. The Commerce Department reported that the total value of imported goods rose by 4% from November, reaching $293.1 billion—the highest level recorded since 1992. This surge contributed to the largest U.S. trade deficit in nearly two years.
En general, el déficit comercial de EE.UU., que incluye tanto bienes como servicios, creció un 17% el año pasado, alcanzando $918.4 mil millones. Solo en diciembre, el déficit comercial fue de $98.4 mil millones, el más alto desde marzo de 2022.
Overall, the U.S. trade deficit, which includes both goods and services, increased by 17% last year, reaching $918.4 billion. In December alone, the trade deficit was $98.4 billion—the highest since March 2022.
Dada la disfunción del sistema de resolución de disputas de la OMC, los expertos prevén que la queja de China no tendrá consecuencias significativas para EE.UU. Un ex presidente del órgano de apelación de la OMC estimó que tomaría al menos un año obtener un fallo inicial sobre el caso de China, con pocas posibilidades de avanzar más.
Given the dysfunction of the WTO’s dispute resolution system, experts predict that China’s complaint will not lead to any meaningful consequences for the U.S. A former WTO appellate body chairman estimated that it would take at least a year for an initial ruling on China’s case, with little chance of further progress.
Trade expert Jeff Moon, who worked on China trade policy during the Obama administration, stated that the WTO is likely to rule in China’s favor if the case proceeds. However, because the appellate process is currently paralyzed, “a final decision will never be issued,” rendering the complaint largely symbolic.
Despite the lack of immediate legal repercussions, China’s move serves a strategic purpose. By filing the WTO complaint, Beijing reinforces its claim that the U.S. is undermining the global trading system. This aligns with China’s broader diplomatic strategy, as it seeks to portray itself as a defender of multilateral trade rules while accusing the U.S. of unilateral economic aggression.